Un objetivo deseable y que se consigue a través de la intervención asistencial, es que la persona permanezca en la abstinencia a las drogas, es decir, que no necesite consumir, abordando su dependencia tanto a nivel físico como psicológico. También existen tratamientos en los que no se plantean estas metas, sino que se persigue una mejora en la calidad de vida, o lo que es lo mismo, una reducción del daño producido por los consumos, sin pretender la abstinencia a la sustancia consumida.